Noche de terror
Esa noche de terror, el cielo estaba cubierto de nubes negras que anunciaban tormenta. El viento ululaba a través de las calles desiertas, arrastrando consigo el frío que helaba la sangre.
De improviso, un rayo iluminó el cielo, seguido de un estruendo que hizo temblar la tierra. El cielo se abrió y una lluvia torrencial comenzó a caer.
Los rayos iluminaban el camino, y el ruido de la tormenta era ensordecedor. Los vecinos se encerraron en sus casas, temblando de miedo.
A medianoche, el teléfono sonó. Era una voz que chillaba, pidiendo ayuda. Era la voz de una mujer que estaba siendo perseguida por un monstruo.
Las llamadas de auxilio se sucedieron una tras otra, y el cielo se llenó de luz. Los vecinos salieron a la calle, pero era demasiado tarde.
El monstruo los había atacado. Vieron sus cuerpos ensangrentados, desgarrados por las garras del monstruo.
La noche de terror había terminado. El monstruo había ganado.
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